Otros cuentan que es muy difícil animarse con lo que están viviendo y las limitaciones que tienen. Eso le pasa a M.C.G.
“Si, si qué futuro tengo, ya con setenta y cuatro años, ¿qué futuro voy a pensar yo? No qué quiere que haga, no puedo ir a ningún sitio, no me puedo permitir ir de vacaciones, no me puedo ir a ningún sitio, porque, ¿adónde voy? Si voy echando, todo lleno de parches y me tengo que estar curando cada momento y sacando y poniendo… Yo ya el futuro mío está más que hecho ya, dure lo que dure y se acabó la historia, ni nada ya. Cuando te encuentras bien, pues coño mi futuro, estoy retirado, pues me puedo…pues mira ahora me voy a ir diez días aquí o diez días allá, o… en fin hacer un cambio de vida que vayas mejor, que te distraigas, que… pero, ahora qué … ¿Adónde voy? Es que cuando no me tengo que cambiarme una cosa me tengo que cambiar otra y eso .. y eso para ir por el mundo no se puede ir así, se queda uno en casa y mira lo que te pase estás en casa por lo menos te lo arreglas, te lo preparas y vas tirando, vas haciendo, lo que dure, dure, no hay… Aquí no hay otra alternativa. A lo mejor igual aquí a diez años estoy todavía por aquí dando la lata, pero…yo no tengo mucha confianza."