Pedro habla de las celebraciones especiales.
Sí ha cambiado…
Me ha cortado mucho, he tenido que hacer mucho sacrificio, no ir a mi hermandad, a almorzar, a comer, muchas veces, bueno “¿por qué no te vienes?, vamos a hacer un almuerzo hoy” no sé que, no sé cuantos. No, déjame, no tengo ganas, tengo otra hermandad también. Porque aquí es de susto y ahora también tengo otra cosa, ahora me ponen la medalla de oro de la hermandad, de los cincuenta años, que cumplí cincuenta años en la hermandad.