A veces no compartir los códigos convencionales en las interacciones sociales es un hándicap como nos cuenta Pablo, que dice haber ido superándolo.
E: Vale. Y quitando eso pues, por ejemplo, a la hora de relacionarte con otras personas tú notas … no sé …
P: A ver, a veces me cuesta pero cada vez lo noto menos. Pero … me cuesta, ¿sabes?
E: ¿En qué sentido? ¿A lo mejor lo que es el primer acercamiento?
P: No … en plan no saber reaccionarme ante alguna acción, o … etcétera.
E: ¿Que a lo mejor tú notas, no sé, se me ocurre, que necesitas un poquito más de tiempo en según qué situaciones para tú digerirlo y reaccionar?
P: Sí.