MariÁngeles ha leído sobre la posible relación entre la ausencia de una crianza familiar en el entorno institucional de adopción y el TDAH bajo el término de “adversidad temprana”.
"Aquí se mezclan muchas cosas porque no sabes hasta qué punto el déficit de atención es una consecuencia de otras cosas. Luego leímos que era muy habitual en niños que habían sufrido adversidad temprana, en niños de adopción o de acogida, que sufrieran este tipo de trastorno. Que el sistema nervioso y el cerebro aprende a concentrarse, a tranquilizarse en los primeros días de vida cuando el bebé está con su cuidadora o su cuidador, le está dando de comer y tu mirada encuentra otra mirada que te da tranquilidad. Claro, mis hijos no han tenido eso sino que han vivido una situación de estrés y han tenido que sobrevivir en un mundo que muchas veces les era hostil y agresivo y eso condiciona también otro tipo de problemática."
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"Yo veo, por ejemplo, que el pequeño, su vida ha sido más feliz, su convivencia ha sido más feliz, no ha tenido tantos problemas de conducta como los dos mayores."