Romelia aporta la visión de la variante quizá menos conocida, la del TDAH pasivo.
"Me explicó la psiquiatra que había dos tipos: el que es muy hiperactivo y que se mueve y el otro que es tipo pasivo, que es el mío, que es súper tranquilo, es súper … no arma jaleos. Desde bebé nunca ha sido de llamar la atención ni nada por el estilo. Y entonces por eso quizá por eso yo me lo tomé de la manera que dices “buah”, en el momento ese, pero lo pude manejar. Y hoy en día cuando yo converso con amigas me dicen “hala, pero, ¿tú cómo te sientes? ¿cómo lo ayudas?” y digo que para mí no es algo que digas “es que tiene un cáncer”, que hay hoy en día y gracias a Dios el cáncer también y dentro de lo que cabe se puede tratar, si lo coges a tiempo se puede curar, pero no lo tomo de esa manera."