Luis resume en su intervención estas impresiones que, al haberlas vuelto conscientes, las ha podido distinguir y posicionarse y actuar en base a ellas.
"A veces la gente cuando les dices que tengo TDAH no se lo creen porque dicen "pero si no te veo saltando, no te veo correteando, si eres un tío...". Suelo ser el tío más educado del mundo, "tú, que eres un pijo de mier…", pues no. Yo les digo que es mucho más complicado que eso y yo, gracias a Dios, mi tratamiento ha funcionado conmigo, mi medicación me ayuda de verdad, porque hay gente que ni el tratamiento es efectivo con ellos o que los medicamentos no tienen ningún efecto con ellos, o que no tienen la suerte de contar con la gente con la que yo he podido contar a lo largo de mi vida. Por tanto, yo en ese sentido me considero una persona con mucha suerte, dentro de todos los sacrificios y todo el esfuerzo que he tenido que hacer, soy una persona con mucha suerte. Yo he podido encontrar gente que me ha ayudado y que me ayuda a seguir no enfrentándome sino viviendo con ello, a saber cómo vivir siendo un TDAH. Porque no es un enemigo, eres tú, forma parte de tí, te define cómo eres, cómo actúas, cómo piensas, cómo te relacionas, define tu pasado, tu presente y tu futuro, pero eres tú quien tiene que tomar las decisiones correctas teniendo eso, siendo así, no es algo que tenga que marcarte ni tengas que usar como excusa para lo que tú hagas luego. Que el problema es que hay gente que luego lo usa como excusa, o sea, deja llevarse por la rabia o por la pereza o la envidia excusándose en que son TDAH. Y no es una excusa. Si tú eres TDAH puedes hacer el esfuerzo, que cuesta sí, pero puedes hacer el esfuerzo tanto controlarte, aprender de ello y en mi caso pues, aún fallando a veces, creo que me alegra el seguir esforzándome y ya no es el que tengas que esforzarte, no, no es una obligación que tienes en la vida. Tú no tienes que encontrar un trabajo, tú no tienes que relacionarte con los demás, lo importante es si quieres."