Otros se han referido al TDAH como forma de ser con sus pros y sus contras como cualquier otra, con la imposibilidad de cambiar pero sí de mejorar y con la convicción de que su experiencia varía según cómo lo enfoque y trate el entorno social. Clarifican que no lo ven como una enfermedad. Estos son algunos ejemplos. Así lo explica Idoia.
"La gente piensa que es que tú eres así porque no intentas serlo de otra manera. No, no, yo sí intento ser de otra manera pero es que no puedo. O sea, no es que no quiero, no puedo, ¿no? Y yo ahora recuerdo muchas frases de mi niñez además. Mi padre decía, cualquier cosa ahora no sé, pues me acuerdo que en aquellos años compró mi padre pues el mejor radiocassete “pero que no lo toque Idoia, que no lo toque”. O sea a ver esas cosas se te quedan grabadas “¡ay que no lo toque!”. Pues en las navidades cuando sacas la vajilla, sabes los platos, “ay pero que no los toque Idoia”. Porque siempre rompo algo o hago algo, ¿no? Pero eso va en mi temperamento, en mi característica."