A María del Pino su hijo la cuida en todo momento.
“Y ahora estoy otra vez con la cojera. Esperamos que esto se pase, porque la verdad que me he visto. Llevo de… ya ahora mismo un año en cama y todo, porque no, es caminar y lo tengo que salir corriendo otra vez para la habitación y mi hijo ponerme el chato, porque es un dolor horrible. Y eso que mi casa no es grande, es un pisquito pero pa´ mí es demasiado. Solamente salir de la habitación al baño, los dolores que me tiran de aquí de la cadera a la ingle y a la rodilla. Y pidiéndole a Dios, `Dios mío no me dés más, no me dés más que ya tengo bastante. Y mira aquí estoy luchando”