Cuando diagnosticaron a Julio, fue cuando se dio cuenta de que había tenido los síntomas clásicos de la diabetes: sudoración, sed y muchas ganas de orinar.
Efectivamente, fue ahí donde se me dio el diagnóstico, a consecuencia del examen de sangre se me preguntó ciertas cosas que coincidieron entonces para confirmar el diagnóstico, yo estaba presentando sudoraciones excesivas, excesiva sed, y tomaba muchísima agua, orinaba muchísimo y sudaba muchísimo, esos eran los síntomas que tenía en ese momento, en aquel entonces, después con el tiempo fueron evolucionando a no solamente eso, eso no me abandonó nunca durante toda la enfermedad.