Carmen explica que una amiga le advierte sobre la posibilidad de tener diabetes por los síntomas que presentaba.
Y después, cuando me vine aquí, ya le he dicho, en el año ochenta, a los tres años ya me la descubrieron. No yo, sino casualmente, un día que íbamos yo y una compañera. Ella era, analista de salud también y se sorprendió en un viaje. Íbamos juntas a Lanzarote y lo primero que hacía cada día antes de meterme en el coche era meter 2 ó 3 botellas de agua, no sabía por qué pero tenía una sed tremenda. De ahí fui al médico, por eso que me dijo mi amiga, qué bebía mucha agua y por eso fui al médico y el médico ya me hizo el análisis y tal y ya me empezó el tratamiento.