José María tiene dos hijos. Del más pequeño dice que está atento para que este problema de salud no influya negativamente en él, y una de las cosas que vigila es su evolución en el colegio. Sobre su hijo mayor cuenta que él cree que esta enfermedad le ha hecho madurar y ha conseguido que compartan muchos más momentos, por lo que en este sentido hasta ve en positivo lo que está pasando. Además, señala que el servicio de cuidados paliativos le ofrece apoyo psicológico en el caso de necesitarlo.
P: Tanto de la mujer, como para mí, como para mis hijos, me ponen a disposición un psicólogo, pues… Yo que sé, que bajan el rendimiento en el colegio, o cualquier cosa pues, la verdad … Estoy bastante contento con el servicio que tengo.
E: ¿De momento no han hecho uso de eso?
P: No, no he hecho uso. No he hecho uso, de momento. No.
P: Porque en el colegio veo que me sigue igual, me sigue dentro del mismo nivel. Mi hijo mayor ya tiene dieciocho años, claro, ya lleva otras… historias. Ya va al instituto… No, pero bueno, pero viene ahora conmigo desde que estoy así. La verdad es que ha hecho un cambio, como que ha madurado un poco más.
E: ¿El mayor?
P: Sí. Ha madurado, se… Yo le noto, él ha hecho un cambio, donde él no lo demuestra pero él por dentro lo lleva.
E: Y, ¿hablan, expresan emociones?
P: Bueno él no ha sido nunca muy hablador, pero veo que me viene a la cama, bueno a la cama, una habitación.
E: Sí.
P: Me viene… Pues claro yo estoy en una cama de estas eléctricas.
E: Claro. Articuladas, ¿no?
P: Yo, yo no puedo dormir plano, yo tengo que dormir un poco con la espalda reclinada. Entonces, se sienta al lado, a veces ve programas conmigo, cosas que antes no las hacías porque en el ordenador, a chatear y tal, venga pa´cá… No las haces. Es verdad. Y ahora pues sí. Ahora se me viene, me cuenta cosas, me anima también. ¿Sabes? Le he visto un cambio, ¿no? Positivo, además.”