Historia 17. Bea y Eduardo
Edad en el momento del diagnóstico: 21 años
Edad en el momento de la entrevista: 38 y 38 años
Género: Mujer y Hombre
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Bea padece Poliquistosis renal, una enfermedad que afecta a su riñón, y ella supo desde muy joven la complicación que eso supondría a la hora de ser madre de forma biológica. Así se lo hizo saber a Eduardo cuando formaron pareja y él no tuvo ningún inconveniente: planteó la adopción como alternativa.
VIVENCIAS
Igualmente trataron de ser padres por sí mismos pero teniendo en cuenta que los tratamientos de reproducción asistida son contraproducentes cuando se tiene una enfermedad renal, y es que la medicación usada, como los estrógenos y otros derivados, puede elevar la tensión arterial, cosa que no le conviene nada al riñón, y no era recomendable para ella. El caso es que no se consiguió que surtiera efecto y su enfermedad además se manifestó de forma más dura así que Bea tuvo que recurrir a trasplante renal.
Como estaban en listas de adopción hacía ya tiempo se centraron en esta opción, que tampoco les resultó fácil debido justamente a su enfermedad que acentuó la lentitud de las mismas: hay países para los que su problema de riñón es un freno importante porque no contemplan el trasplante y la consideran una enfermedad mortal (China o Estados Unidos). Por ello escogieron Etiopía y eso lo facilitó todo, burocrática y legalmente, aunque tuvieran que mentalizarse del origen distinto que habían pensado. Así llegó su primer hijo. Y aún repitieron experiencia si bien a su hija se la asignaron sin salir de España.
La adaptación a un nuevo ser, (en el primer caso ya con nueve meses y procedente de un orfanato y siendo tanto Eduardo como Bea padres primerizos, y en el segundo con dos meses y medio y por tanto otras pautas de nutrición y sueño) los puso a prueba pero según nos cuentan cómo lo superaron satisfactoriamente. Dicen que los niños entre ellos se adoran. De esa forma crearon su familia y decidieron no poner a Bea, ya trasplantada, en riesgo por un embarazo.
RECOMENDACIONES
A las personas en su situación les recomiendan que es clave iniciar los trámites de adopción pronto y jóvenes –lo que fue posible porque ellos se emparejaron jóvenes– , de manera que el paso del tiempo no les perjudicara en el ánimo ni en el tramo de edad de asignación de sus hijos (cuanta más edad se tenga mayor es la del niño/a a adoptar), y además tanto nacional (no se paga pero es lenta) como internacional (se paga y suele ser más rápida). Además creen que se puede crear una familia poniendo el foco en la crianza y no en el hecho de parir.
A los profesionales les remarcan que ya sea desde una visión “paternalista” (en su caso primar el preservar el riñón antes que un embarazo) o desde una más “progresista” (ayudar en el embarazo pero siendo consciente del control y riesgos que por su diagnóstico iba a implicar) lo importante es escuchar al o a la paciente y razonar las decisiones.