Romelia reconoce la efectividad de las sesiones psicológicas que recibió su hijo pero llegó un punto en que no podía pagar el precio de la hora por cada una de ellas.
"En Primero de la ESO pegó como un subidón. No se notó que tuviera algún problema o algo. Y en ese tema de Sexto yo ya lo había llevado a un psicólogo privado, pero claro, me costaba un montón, ellos estaban en el procedimiento de hacer análisis, pruebas y hacer ejercicios pero era tan largo que la hora a mí me costaba treinta y cinco euros la hora. Y claro, yo lo tuve que dejar."