Jésica no sólo dejó su empleo sino que ha declinado otras ofertas posteriores por la dedicación a su hijo.
"Yo lo tuve que dejar, mi trabajo, ya hace ya para tres años. Lo dejé y desde entonces desconsolada. Sí, me han ofrecido la verdad, me han ofrecido trabajo pero he tenido que negarlo porque no … yo no puedo estar trabajando y pensar que me están llamando por teléfono a cualquier hora. (nombre del niño) requiere veinticuatro horas al día, aunque esté en el colegio."
(…)
"Vamos a ver, yo estaba trabajando, tenía un horario bastante difícil. Vamos a ver, no es difícil pero para mí sí era difícil, es decir, yo si entraba a las doce a trabajar mis niños salían a la una y media, yo salía a las seis de la tarde, de una y media a seis yo tengo que buscar quien me cuide a los niños, entonces … Yo recibía apoyo sí, mi madre en ese momento estaba parada, me cuidaba a la niña, mi suegra y mi cuñada me recogían los niños, pero claro un día está bien, dos también, pero un mes, dos meses, tres meses, cuatro meses, … es difícil llegar y todos los días “hoy pasó esto", mañana "pasó lo otro” y yo no puedo darle la carga que me pertenece a mí a otras personas. Y yo ese trabajo lo tenía para poder cubrir los gastos de (nombre del niño). Es decir, yo trabajaba para pagar las consultas, yo no te … yo mi sueldo, mi sueldo que no … era poco, era sólo para él, y entonces yo tuve que dejar mi trabajo, entonces ya yo no me podía costear las consultas. Y ahí fue donde dije “ahora yo tengo que llegar hasta él” porque yo sabía que él era la persona que yo necesitaba y que mi hijo necesitaba."