En los casos en los que es difícil que expresen y comuniquen sus emociones, se añade una barrera más. Un ejemplo es el de Paqui.
"Yo no me considero una persona mal hablada, maleducada, y la gente que me conoce puede dar fe de ello. Yo creo que la educación que le he dado a mi hijo que fue buscado, que fue deseado, yo creo que es la que cualquier padre le puede dar dentro de sus posibilidades, pero yo no he maltratado a mi hijo para que él reaccione de esa forma, o le he hecho cosas. Yo pienso que la educación que le estamos dando es normal, que lo que no es normal es la reacción que él está teniendo a todo. Y no pienso que sea una reacción sólo a nosotros sino es con él mismo, él no se sabe controlar y eso es lo que nos preocupa. Que el problema realmente … nosotros realmente le podemos apoyar pero y él ¿cómo se siente? Porque tampoco lo dice, lo transmite y vemos que de la forma cómo lo transmite él no está bien, entonces lidiar con eso es duro."