En algunos casos es posible mantener la actividad laboral, al menos durante un tiempo, aunque casi siempre es necesario disminuirlo e incluso abandonarlo. Esto puede afectar incluso a las personas que cuidan de los pacientes, ya que es muy difícil combinar el trabajo con los cuidados que requiere el paciente sobre todo a medida que evoluciona la enfermedad. En algunos casos los familiares han cambiado su situación laboral para poder atenderles. Muchas personas consiguen organizarse, sobre todo gracias a la comprensión y flexibilidad en su trabajo, o bien contando con el apoyo de otros miembros de la familia o de amigos. En otros casos la evolución de la enfermedad ha hecho que los pacientes hayan tenido que ser valorados con incapacidad permanente.
Debido a que el trabajo de Francisco es intelectual lo ha podido mantener durante más tiempo, sin embargo poco a poco ha notado que le cuesta más.
Mari Carmen pudo mantener su actividad laboral durante la quimioterapia, pero después al aparecer otros síntomas lo ha tenido que dejar.
Para María del Pino ha sido duro renunciar al trabajo.
Suele pasar que los ingresos bajan debido a los cambios en la actividad laboral que, como han comentado, se reduce o desaparece. En algunos casos también ocurre que los gastos aumentan por tener que contratar servicios de cuidadores o porque se necesitan tratamientos o dispositivos que ayuden al paciente.
Mari Carmen nos explica los gastos que han aparecido con su enfermedad.
Antonio pudo mantener durante un tiempo su actividad laboral ya que consiguió fórmulas para adaptarse a la nueva situación.
La esposa de José María ha tenido que dejar su trabajo para cuidar de su marido.
En algunos casos han conseguido apoyo económico de las instituciones públicas a través de la Ley de Dependencia o de servicios de ayuda de las administraciones locales, sin embargo, suelen considerarse insuficientes. Incluso hay quien explica que no entiende cómo los políticos no hacen más por resolver el problema y no priorizan lo que es más importante.