MariÁngeles

Vídeo Indicios – entorno TDAH 4

Mariángeles describe cada uno de los tres casos de sus tres hijos contando cómo lo vivía cuando no sabía lo que les pasaba.

"Son tres niños, los tres con un diagnóstico de TDAH cada uno con un componente diferente. El mayor tiene un diagnóstico con un componente pasivo, inhibido. El mediano de tipo impulsivo. Y el pequeño hiperactivo. O sea eran como los tres espectros del TDAH. Y han sido muy de libro. El mayor estaba en el colegio y totalmente … o sea había que meterlo en clase continuamente porque él estaba en su mundo, le costaba mucho trabajo, dificultad, a veces casi imposibilidad de seguir una explicación entera, de entender las instrucciones para hacer un ejercicio. Estoy hablando en Primaria, porque Secundaria fue otro mundo absolutamente terrible, absolutamente dramático. Pero aquí, con todos los apoyos de un cole inclusivo, de unas maestras, que aunque no tenían el diagnóstico sí que hicieron lo que luego entendimos que eran pautas que ayudaban a los niños. Es decir, era pues eso, dar las instrucciones para alguna tarea y ellos no se habían enterado. Dar las instrucciones escritas para realizar algo y no pasaban de la primera línea. Totalmente despistados, en otra cosa. Luego el mediano, que tenía un componente así impulsivo reaccionaba ante cualquier … estaba despistado, no se enteraba de las cosas, no se enteraba muy bien de lo que pasaba en su entorno, en su entorno social y cualquier estímulo, claro, fuera que sucedía y a él lo pillaba fuera de juego, reaccionaba con agresividad. O también él se veía muchas veces incapaz de seguir una instrucción o incapaz de responder porque se había despistado, yo qué sé, en cualquier contexto o, incluso, en clase de música o en cualquier actividad lúdica las cosas llevaban un ritmo, cuando le tocaba a él no sabía muy bien qué hacer. Su espíritu así, tiene, con mucho complejo, y con ganas de hacerlo bien lo dejaba fuera de juego y lo que hacía era “pues no quiero hacerlo, pues no me da la gana” pues … responder con agresividad. Eso en Primaria se entendía como que formaba parte de ese cuadro de dificultad, cuando llegó a Secundaria eso se entendía como una rebeldía y como un niño malo. Y luego el pequeño, que tenía ese componente hiperactivo, era absolutamente de libro. Era muy pequeño, llegó al colegio recién cumplidos los siete años pero con un desarrollo como de muy inferior y él generalmente estaba en el suelo, no podía estar sentado, estaba toda la mañana o toda la tarde en el suelo. A veces la profesora lo cogía en brazos, como era pequeñito, lo cogía en brazos para que se centrara en alguna actividad que estaban haciendo o en algo. Él no podía … Se trabajaba mucho en grupo, en equipo, y a él le costaba muchísimo trabajo incluso esa metodología porque no había cogido las instrucciones, no sabía muy bien lo que tenía que hacer, no esperaba nunca su turno, interrumpía, todavía lo hace, interrumpía constantemente, tenía muchos elementos de impaciente. No era un niño agresivo pero sí que era muy impaciente, llamaba mucho la atención, le costó mucho aprender a leer, su grafía era muy infantil y muy desordenada, muy caótica."

 

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