Erik enumera algunos de esos síntomas: lectura confusa, falta de memoria, distracciones, déficit en la comprensión lectora, nerviosismo,…
"A mí me lo averiguaron, me lo descubrieron, cuando tenía 13 años, que estaba muy nervioso y no podía estar quieto, siempre necesitaba menearme y en el instituto, estudiando, los estudios me iban súper mal cuando no me tomaba las pastillas y, tomándome las pastillas pues iba como que ya no me costaba tanto estudiar. Aunque me tuvieron que poner dos pastillas porque con una sólo no me servía. Por eso repetí curso: porque me costaba mucho estudiar y hacer deberes y todo."