En el caso de María y Narciso obedecen a su médico temiendo que les regañen y asumiendo la necesidad de tratamiento farmacológico.
M: La sal un poquito me gusta, pero vamos que muy bien, muy bien. Nosotros no, yo pienso muchas veces, es que son trece pastillas, todos los días, estoy cansada, pero le digo a mi médico “yo lo voy a dejar” y dice “tú sabrás qué vas a hacer, a mí no vengas luego”
N: Pero si te las mandan porque te hacen falta por qué las vas a dejar.