En el caso de Romelia con su hijo no tuvieron que suspender el tratamiento por los efectos secundarios sino que se resolvieron sin problema.
E: Con la medicación, ¿ha tenido algún efecto secundario?
P: Los primeros días sí. Todo lo que nos iba diciendo la psiquiatra ha ido pasando pero todo ha sido leve, tanto el dolor de barriga, el dolor de cabeza, que ella nos explicaba que le iba a tardar entre una o dos semanas. Todo eso le ha dado. Pero nunca he tenido que medicarlo por el dolor, qué dices “ah, es que no aguanta el dolor y hay que tomarlo” pues no. En esa situación también yo he estado allí diciendo “mira, no pues no te preocupes, recuéstate un poco -porque se mareaba- y ya se te pasará” porque se mareaba. Lo que más le afectó fueron los dolores de cabeza y los mareos, el dolor estómago muy poco pero le duraban dos o tres semanas lo que dice la medicación y ya está, ya se le pasó. Luego, durante el curso, lo que tenía en el colegio, a última hora, como que se le nublaba la vista y le dolía un poco la cabeza y lo comentamos con la psiquiatra y ella dice “en principio no tenía que ser pero primero llévale al oculista”. Le llevamos al oculista, tampoco tiene nada, entonces él nos dijo que estaba en la primera fila, que la clase era muy pequeña y que la pantalla la tengo allí. Habíamos hablado con la psiquiatra que quizás está muy cerca la pantalla y como las últimas horas de clase era con pantalla quizás fuera eso. Pero de ahí nada no habido ninguna molestia, ninguna cosa más que haya sido duradera o que tenga que tratarlo.
E: Y que además no ha implicado dejar la medicación sino continuar con ella.
P: Sí, sí, no nunca la hemos tenido que parar por las esas molestias o efectos secundarios, no no. La hemos tenido que continuar