Para David era importante resolver sus dudas sobre la dependencia que podría crear estos medicamentos.
"Y él nos empezó a hablar ya del Elvanse para probar, que íbamos a empezar a probar por el Elvanse. Que, además, no pasaba … se expulsaba todos los días, no entraba en sangre, o sea, no pasaba por hígado, con lo cual todos los días esa medicación al final del día desaparecía del cuerpo. Entonces, al día siguiente … o sea, de la noche a la mañana tú podías dejar el tratamiento, no tienes que hacerlo de manera progresiva. Para nosotros eso ya era una garantía de ... no somos, no estamos muy de acuerdo con los químicos pero "mira, vamos a probar porque al final si no va bien lo puedes cortar de inmediato, no genera dependencia …" Pues mira, nada más que nos habló sólo cosas positivas del medicamento y además “os vamos a dar la mitad del mínimo, la mitad y ya está, o sea que no os preocupéis, de verdad”. Lo hicimos y en cuestión de … muy rápido pero muy rápido, te estoy hablando muy rápido, en un mes vimos un cambio en (nombre de niño). Lo vimos más conectado y estupendo y desde entonces hemos seguido. Es verdad que ha habido momentos en que hemos tenido que ajustar porque eso se va a ajustando. Ahora, de hecho, está … el mínimo es cincuenta, él estaba tomando cero veinticinco y ahora estamos en cero treinta y cinco, pero te estamos hablando de que empezamos con siete años casi ocho años, tiene diez, en dos años y pico le hemos subido cero diez. O sea es señal de que estamos sabiendo guardar muy bien el equilibrio entre lo mínimo que le hace falta para centrarse y el trabajo diario."