Sólo unos pocos se la toman “de vez en cuando” (esto para ellos significa una vez al mes aproximadamente) e incluso otros han pasado de controlarse con frecuencia a ir abandonando la costumbre. Y hay algún caso en el que evitan tomarse la tensión por temor a ver los valores y que éstos sean altos ya sea para que no les suba más o para no tener que ir a consulta. Sena resalta su idea de equilibrio entre estar mucho o nada atenta a medirse la tensión. Lo expresa de la siguiente manera.
E: ¿Y hubo un momento así que estuviera muy obsesionada, tomándosela mucho seguido, o nunca le ha pasado esto?
P: No, no, no.
E: Vale.
P: Yo sabía que eso ni hay que pasarse ni dejarlo porque si tomas mucha… además yo creo que me…te lo dicen, si lo dudas que… es preferible dejarla sin tomar, que tomarte dos… dos cosas seguidas. Yo siempre llevo la cosa de lo que me dicen: es una, es una, y ante la duda prefiero esperar y al día siguiente digo `pues por un día no pasará nada´.
E: Vale, que tomarla dos veces.
P: Pero no tomar dos seguidas.