Al inicio del proceso de vivir un problema de salud reproductiva aparecen miedos y preocupaciones como la vergüenza por tener que acudir a consultar el tema y la incertidumbre sobre cómo será la evolución y si alcanzarán el resultado deseado, lo cual a su vez puede convertirse en temor hacia el futuro del propio proceso.
Esther comenta que todas las trabas que tenían su pareja y ella se disiparon en cuanto acudieron a su cita y vieron a muchos otros y otras en su situación.
Para B. y J.C. la incertidumbre acerca de la duración del tratamiento y por lo tanto cuándo se va a conseguir el embarazo, así como los aspectos económicos, son fuente de preocupación.