Alfonso conoce esta situación muy bien pues durante años, y la describe reflexionando sobre lo que implica para una persona con TDAH.
"Había tenido, entre comillas, la suerte de estar en un centro de salud mental que trata de adicciones entonces el seguimiento que hacen en este caso a los pacientes es como muy intensivo, en vez de darte citas cada mes y medio o así pues hay la posibilidad de que te den citas cada semana, por ejemplo. Y sobre todo cuando te hacen un seguimiento cuando te van variando la medicación, si hay cambio, la dosis que tienes que tomar, y también te hacen como mucho más seguimiento, te hacen una analítica, o sea, que el seguimiento que te hacen es bastante más intenso. A pesar de ello no consiguieron diagnosticarme en cinco años, pero bueno está claro que también si tú no pones todo de tu parte es más difícil poder hacer un diagnóstico en condiciones. A mí ya se me ha pasado esa frustración, esa rabia, por haberme sentido incomprendido y mal diagnosticado y demás, entonces intento ver ya las cosas de una manera más objetiva y más razonable. Sé que es difícil para todos, también para ellos, y que en este caso si yo como paciente no pongo de mi parte, no pongo todas las facilidades, está claro que ellos van a tener más dificultades para poder hacer su trabajo de una manera adecuada."
(…)
"A mí en su momento me dijeron que tenía una depresión ansiosa, lo que se puede denominar maníacodepresivo, que ese diagnóstico ha ido evolucionando hacia el TDA, porque era como un diagnóstico antiguo. TDA realmente es un diagnóstico relativamente moderno. Antes a la gente se la diagnosticaba mucho con el tema de Manía Depresiva y entonces dijeron que tenía tendencias depresivas, un trastorno de ansiedad, luego evolucionó, me dijeron que tenía Trastorno Afectivo Bipolar, me empezaron a tratar y a medicar en función de ese diagnóstico o de esos diagnósticos que iba teniendo con lo cual mi evolución farmacológica ha sido bastante delimitante. Porque las personas, los TDA, por norma general, somos hipersensibles a la medicación porque no nos afectan las sustancias exactamente igual que al resto de las personas. Y una de las cosas que nos pasan, por ejemplo, pues es eso, tenemos el efecto paradójico de las sustancias excitantes, que no nos sientan igual que al resto de las personas. Entonces está claro que cuando has tenido una evolución en la que medicación que te han estado dando, en este caso a mí ha sido con unos diagnósticos que no eran los correctos, también como te ha ido afectando, inclusive muchas veces pienso “a lo mejor habrá tenido secuelas en mí o no, hasta qué punto". Seguro que ha tenido secuelas y seguro que no me ha ayudado en muchos momentos. De hecho creo que me ha dificultado también mucho."