Ana también cuenta alguna experiencia desagradable en el mismo contexto que luego ha tenido relevancia a nivel familiar.
"Ahora no se queda pero sí se quedó y cuando hubo cambio de profesionales en el comedor tuvimos que sacarlo del comedor. No sé si tiene algo que ver el TDA o simplemente lo vulnerable que él se encuentra con los gritos o con las órdenes, pero sí que el segundo año que estuvo en comedor, estuvo el primer trimestre, después ya no volvió. Y en el acuerdo de esta relación sí que hay una pauta que no está permitido que vuelva al comedor. Tenemos una cláusula. Mi ex marido puso la norma de que el niño nunca pueda volver a estar comiendo en el comedor y yo puse que no se le puede cambiar de colegio, en la Primaria por lo menos."