Carmen y Domingo reclaman que no hagan juicios de valor de las familias, porque además de no ser de ayuda puede hacer que las personas no cuenten todo a los profesionales sanitarios. Consideran que el tiempo de dedicación no es tan importante como la actitud que tienen con ellos.
"La vida tiene muchas variantes, depende del día, de tu estado de ánimo, si se te ha muerto tu padre, tu madre o si tienes mil problemas más, las cosas pueden salir de una manera o de otra. Tienes que enfocar el día según venga, con unas pautas y unas rutinas, pues sí, claro que sí, que es lo que intento hacer, pero no es tan fácil."
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"Es que te examinan todo y como te examinan de los pelos hasta los pies pues no puedes ser tú realmente como eres. ¿Qué tiene de malo que yo sea así de nerviosa? No soy nerviosa, soy una persona movida. "No estoy nerviosa, señora", le digo, "señora, es que yo no estoy nerviosa, es que yo estoy muy tranquila, pero yo soy una persona, mi trabajo es artístico, soy una persona muy activa, necesito estar en contacto con las personas, yo me expreso de esta manera, hablo así, muevo mis manos así y soy así, yo no puedo hablar como si tuviera la cara de plástico como me estás hablando tú, hola, buenos días, ¿qué tal estáis?, yo no soy así, es que yo no soy así, por eso no soy psicóloga, a lo mejor usted es psicóloga porque es así de tranquilita, pues bueno, todo el mundo tenemos nuestras cosas, no es lo suyo lo bueno”. ¿Qué tengo que estar así para aparentar? Pues yo como lo sé, pues yo llego y me pongo así, y entonces ella me dijo que estaba muy triste y que estaba de luto como mi ropa. Que tú tienes que manejar un poco ese tema porque si no se te meten tanto dentro que tú sales de allí y dices "qué mala madre soy, lo estoy haciendo todo fatal, lo estoy haciendo fatal".
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D: Digo "mire, señora, le voy a decir una cosa, muy bonito estar ahí sentada y ver cómo la gente viene a verla pero …".
C: De buenas maneras le cuenta su vida.
D: "… usted realmente creo que no vive mi vida ni mi situación laboral, ni nada, ni nada, no tiene ni idea de cómo es mi vida para decirme que tengo poca comunicación con mi mujer, yo llevo ...”.
C: Treinta años, ¿y ves como no tienes comunicación conmigo que no lo sabes? Treinta años lleva.
D: “ … treinta o treinta y dos años con mi mujer, ¿me va a decir usted a mí que yo no tengo comunicación con mi mujer?".
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C: Y lo que hay y lo que intentamos hacer, lo que te vengo a contar es que lo de los médicos puede mejorar, pues sí, algunas cosas nos vienen súper bien que nos ayuden. la doctora neuróloga nos ayuda mogollón, más que ninguno.
D: Sí.
C: Más que la psicóloga y más que el psiquiatra y eso que la mujer no tiene tiempo de escucharnos porque ella no es psicóloga y la consulta la tiene que revienta pero nos ayuda más. El psiquiatra ahora que es nuevo tampoco está mal, la verdad, pero vamos, que tienes que saber muy bien lo que cuentas porque lo que cuentas un día que a lo mejor a tu hijo le dices que tu hijo te ha gritado y tú a él y a lo mejor ya te dice que tú estás maltratando a tu hijo, ¿entiendes?
D: Vas con un poco de miedo también, midiendo tus palabras.
C: Que tú has dicho que le has gritado, a ver si como está la sociedad ahora voy a decir que yo grito a mi hijo y esta va a mandar una asistenta social y mi hijo va a desaparecer de casa, porque como son así, como ahora no se puede hacer nada, pues vas un poco también …