David apela a la voluntad y el talante empáticos para que tengan en cuenta al entorno que conoce al paciente al tiempo que deben aprender a cómo tratar estos perfiles. Cuando acuden a servicos sanitarios y profesionales por otros motivos que sepan cómo tratarlos.
"De los profesionales sanitarios puros, puramente sanitario, o sea, Atención Primaria y demás, mi experiencia no es nada positiva, la verdad. No es nada positiva porque falta mucha formación en relación a estos dos trastornos. Falta mucho protocolo de asistencia, de cómo comunicarte con ellos, de cómo tratarlos, y al final se provocan situaciones rocambolescas, muy rocambolescas en las que sufre el niño, sufrimos nosotros y sufre el propio personal porque, al final, no es mala voluntad: es una cuestión de falta de comprensión. Entonces hace falta mucho trabajo en esa línea. Trabajo de que comprendan los trastornos y que tengan un protocolo de actuación, unas pautas. De partida unas … porque sí que te encuentras con enfermeras de Atención Primaria o con algún pediatra que ya de partida sí que está abierto y notas que de partida es una persona que ha visibilizado, sabe lo que tiene delante y está calmado pero luego no sabe relacionarse. Entonces, cuatro pautas en las que digan cómo poder comunicarte o relacionarte con una persona que tenga un déficit, un trastorno, en este caso, porque mi hijo cuando entra en Pediatría, al principio aquello era lo peor del mundo, unos ataques de ansiedad, llorando … incluso le podía pegar al médico. Ahora entra y es todo lo contrario, le llama la atención absolutamente todo el instrumental que hay allí y lo quiere tocar todo, entonces, ha pasado de una cosa a la otra y las dos pueden ser molestas para el médico. Sin embargo, si tú lo trabajas de una manera puedes conseguir que, al final, la visita de mi hijo al médico sea más agradable. Una extracción de sangre, ni te cuento."
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"Cuando vamos adonde sea, lo que más nos gusta es que sean naturales. Que identifiquen que hay necesidades, que identifiquen que hay limitaciones pero que tú actúes de manera natural. Que no te robotices tampoco, que no … que ya bastante nos robotizamos nosotros para que a nuestro hijo le entren los mensajes. Lo que nos hace falta es: yo lo preparo pero para que vosotros le habléis en los mismos términos que al resto porque estamos preparándole el oído, el entendimiento para que él se note que es uno más."
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"Mínimo, mínimo: voluntad y talante. Y talante y buen hacer y ya está. Y luego empatía con los padres, ponerte en lugar de los padres que es que vas a veces a los médicos y es que … “A mí me va a decir, es que tal, es que yo” pero es que yo soy el papá de este niño y yo sé cómo este niño pasa y lo que sufre esta criatura. Y yo lo sé y usted no lo sabe. Lo menos que puede hacer es escucharme y tratarme con empatía."