Patricia aconseja comprensión, compromiso y aprendizaje continuo.
"Pues que se quiten las etiquetas que tengan en la cabeza: que es malcriado, que esto en casa no hacen nada, que el niño simplemente se sube por las paredes y ya está, que no se está quieto, que es un culo inquieto, ... si no que pregunten a las familias, que mantengan un contacto con las familias, porque hay veces en las cuales la familia no se va a mover pero a veces es el docente es quien tiene que tirar de ellos. Entonces que se muevan también, que no esperen a que la familia vaya, que también estén en contacto con el Departamento de Orientación para comentar las dudas y todo eso, porque nadie nace aprendido y como dije antes un TDAH puede haber mil vertientes, mil TDAH diferentes, comprender el ritmo de cada uno, eso sobre todo, las formas a las cuales dirigirse. Es comprensivo, sobre todo siendo más pequeños, que un TDAH sea para tirarte de los pelos, sobre todo si no está medicado porque no para, pero no hay que gritar para que te escuchen. Tienes que ser un amigo pero sin dejar de ser maestro, tienes que hacer ver que estás ahí y que eres algo positivo para ellos porque si ya empiezas a gritarle y demás se va a poner al escudo y va a decir "tú me estás gritando por cada cosa que hago". Entonces paciencia, tiempo, al final un rato después de cada clase acercarte a él en plan de "¿lo has entendido, tienes alguna duda?". Preocuparte, no que estés encima, porque entiendo que son treinta y pico alumnos y es agobiante, un montón de cosas, pero sí saber que si fuera su hijo y tuviera esas dificultades cómo le gustaría que su maestro le tratase, en plan empatía."