Raquel, como al entorno, recomienda evitar gritos y reproches hacia ellos/as porque no les ayuda en nada.
"Algo que a mí me molestaba mucho de pequeña es que cuando estás en los cursos, también te puede pasar en el trabajo, el hecho de tener que entregar algo y que se te olvide, a mí se me olvidaban mucho, igual de hecho es algo que a día de hoy si me dejas un coletero ya puedes esperar todo lo que quieras porque dudo que vuelva, y así con todo, o sea, digamos que es muy importante no echarle la culpa, que si a tí se te ha olvidado obviamente le tienes que decir que no se le puede olvidar, que es algo que se tiene que fijar sabes, que se lo anote, que tal, pero no puedes echarle la bronca porque se le haya olvidado traer tal cosa porque eso lo único que hace es crear en su mente más problemas digamos. Le estás diciendo que se le olvida, que es, en pocas palabras, le estás llamando impotente. Es como que te dicen que se te olvida todo el rato, que eres un despistado, que tal, y eso pues no ayuda. Entonces a veces es más fácil que vayan y te digan “mira, apúntatelo, traérmelo mañana, o cualquier cosa” que te echen cuatro gritos porque se te ha olvidado traerlo. Y eso es algo que a mí me molestaba mucho, la verdad."