En el caso de Romelia encontró en la sanidad pública la atención psicológica y psiquiátrica que le daría la respuesta.
Y, entonces, ya en la ESO, cuando me venían las notas, lo último estaba bien pero en Segundo de la ESO, primero porque yo me fui a mi país, me tuve que ir, en octubre habíamos ido justamente en una fecha importante para él, a nivel estudios, pero cuando volvimos él no aprobó ninguna pero él estudiaba, no es que diga no ha cogido en ningún momento el libro. Estudiaba. Entonces cuando hablé otra vez con la psicóloga, con la pediatra de cabecera, me dice “mira acaban de llegar dos psicólogas aquí que son súper buenas” porque ya teníamos referencia de que la psicóloga que había antes no era, no hacía el trabajo de acuerdo como tenía que hacerlo, dice “han llegado unas chicas súper buenas, son jovencitas y son muy amables, te paso”. Fue cuestión de semanas que tuviera yo la cita. Al transcurso, fue tan rápido, las chicas dicen “sí, le vemos algo que con (nombre de persona) no va bien”. Le hicieron una serie de pruebas. Luego dice “te vamos a designar a la psiquiatra”. Entonces, cuando ya me designaron a la psiquiatra, le hicieron otras pruebas y dijeron “sí es verdad (nombre de persona) no es que no pueda o no quiera estudiar o que pasa de todo sino que es que no puede, por más que él quiera no puede”. Dice “mira ya hemos hecho el diagnóstico y tiene el TDAH”.