Marta y Daniel apuestan por una “sociabilidad selectiva” que proteja a su hijo de situaciones que constituyan fuentes de inestabilidad para él.
E: ¿Y las amistades?
M: Mira, las amistades que tenemos son poquitas contadas con los dedos de la mano. Amistades con las que se pueda hablar. Conocidos hay quinientos mil. Pero que nos sentemos, que vengas a casa a tomarte un café … saben cuál es la situación y sí que la entienden. Tampoco, por suerte, también es verdad que a lo largo del camino uno se va haciendo también más selectivo y sabiendo a quién sí y a quién …
D: Sabes básicamente cuál es la diferencia, que hay un … no juzgar. Que eso es algo muy molesto. Oye si tú me vas a juzgar ponte en mis zapatos primero. Es … tu hijo coge una perreta en mitad del supermercado, puede ser la cosa más normal del mundo ¿cómo lo afrontas?, claro si no lo reprimes, si no le pegas un grito, si no tal … qué es lo que se supone que tendría que hacer … ya eres mal padre. O tú no entiendes que esa persona tiene una problemática completamente distinta y que no se le puede tratar de la misma manera. Entonces ¡bueno! se produce un alejamiento voluntario también.
(…)
M: Yo tenía una vida como muy muy social, muy activa de bueno pues nos vemos las madres en el parque, pues vamos aquí, vamos allí, llevo a los niños al cumpleaños, y de repente todo eso cambió. Todo eso se cortó porque yo entendí que todo eso era lo que nos estaba haciendo el daño. Entendí que todo eso estaba haciéndonos sentir ya más infelices de la infelicidad con la que vivía. Nosotros no somos, no somos personas poco sociables, al contrario nos gusta, nos encanta que venga gente a casa, nos encanta recibir amigos, nos encanta recibir a la familia, nos encanta salir a dar un paseo, nos encanta hablar, pero sí es verdad que hemos aprendido que nuestro mundo es diferente y que nuestro mundo tiene que estar protegido y que quien venga tiene que venir en son de paz, no en son de guerra. No cualquiera pasa.
D: Socialmente selectivos.
M: Muy selectivos. Es que no cualquiera pasa porque cualquiera puede llegar a hacer daño y no hay necesidad. No hay necesidad de que alguien venga a perturbar la paz que hemos conseguido. No.
D: Y que intentamos mantener día a día.