Mariángeles cuenta la energía que han absorbido, tanto a ella como a su marido, sus hijos adoptivos con diagnóstico de TDAH.
E: ¿Cómo afecta esto a tu vida de pareja o a tu vida con tus amistades?
P: Esto es un tsunami. Nosotros estábamos preparados porque sabíamos que eran tres y que eran tres niños que iban a necesitar mucho tiempo, mucha dedicación. No sabíamos que fuera tanto, por supuesto, pero una vez que vimos las circunstancias y que vimos el tema, pues nada, dijimos “hay que reforzar, fuerza”. Y les hemos dedicado todo el tiempo, todo el tiempo, o sea, todas las tardes, todos los fines de semana. Todo el tiempo. Todos los recursos mentales, de voluntad, de afecto. O sea, han absorbido toda nuestra energía.