Jésica observa que parte la rotación de profesionales es un aspecto de la organización médica que redunda negativamente en especial a los niños/as.
"Llega un momento que ya te cansas o traes un informe y te cogen el informe, te lo escriben en el historial, pero no tienen ni idea de todo lo que hay detrás ni todo lo que viene después. A la semana siguiente vas y hay otro pediatra, a lo mejor tiene un cambio de medicación y él tienes que explicarle, llevar todos los papeles para que vea que es verdad, primero porque no vale mi palabra de decir “le subieron cero coma cinco”, hay que ponerlo, tienes que justificarlo porque yo puedo decir misa. En cambio si tú tienes un pediatra que ya te conoce, que conoce el niño, y que conoce el seguimiento que lleva el niño que es importante, entonces ya tú vas con más confianza, porque ya llegas y es directamente hablar del tema del niño, no volver otra vez a explicar todo, porque tardas mucho, es decir, no te estás centrando en el problema del niño, me estás escuchando y prácticamente no te estás enterando de nada. Porque es fácil decir TDAH, pero es un TDAH, son … todos son diferentes. Es decir, tú tienes que ver cómo está el niño, cómo lleva esa medicación, cómo no, cómo le va, cómo no le va, cómo … El simple hecho de preguntarle a él."
(…)
"Él también lo nota, es decir, yo voy a un médico, voy hoy, voy mañana, y tengo que contar todo lo que el niño hace o todo lo que el niño ha pasado o todo el proceso que el niño tiene y para el niño tampoco es fácil. Como diciendo “otra vez”. Yo delante de él evito, porque está bien que él sepa “yo tengo un TDAH”, “yo tengo este problema”, pero no que estén todo el día recalcándolo … Tú eres un niño normal y corriente como todos los demás."