Carme afirma la imagen del colegio como un espacio no sólo académico sino también de convivencia.
"Y a favor de la escuela tengo que decir que al final, aunque haya dicho lo que he dicho porque en ese momento lo ví y lo sigo viendo que no, ese proceder no era, sí que es verdad que ahora pues estamos contentos de que haya ido allí porque los vínculos que estableció con sus compañeros, con su escuela, han sido unos vínculos que duran ahora y durarán toda la vida porque no solamente se trataba de enseñanza de conocimientos sino de vínculos morales, éticos, de amistad, de solidaridad, de ayuda entre ellos y de ... Todavía ahora, que hacen sus vidas separadamente, encuentran siempre un motivo para estar otra vez juntos o si no se lo inventan para piña en este sentido. Es ... en esto sí que no nos hemos arrepentido ni tu padre ni yo."