Marta señala que no existe preparación para niños/as con dificultades y toda la lucha que ha requerido su hijo le ha provocado frustración.
"Mi experiencia ni ha sido fácil, porque no ha sido un camino fácil, ha sido de mucha lucha, de mucha pelea con el mundo, muchas cabezas cerradas, mucho “este niño es un maleducado", "este niño con dos tortas lo arreglaba", "este niño es un malcriado", "este niño no lo has sabido educar", "este niño no …", "¡lo tienes muy consentido!”, … pero nunca nadie se ha sentado a mirar realmente qué es lo que le pasa a este niño o realmente si yo me he preocupado en educarlo. Y por las circunstancias que nos ha tocado vivir no he podido dedicarle a lo mejor más oportunidades de las que le he intentado dar. Yo me siento frustrada. Me siento frustrada pero frente a la sociedad."
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"Te van cerrando puertas, te vas dando con muchos muros. La sociedad no está preparada para enfrentarse con niños que tengan ni este tipo de trastornos ni cualquier otro tipo de trastornos, sólo estamos preparados para trabajar o convivir con los que creemos que son iguales a nosotros, con los que se mueven de la misma forma que nos movemos nosotros. Si algo se sale de lo “normal”, y entrecomillo normal, nos estorba, nos incomoda y muchísimas veces ni siquiera tenemos la información necesaria para poder tratar o enfrentarnos a eso."
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"El nuestro ha sido duro, no ha sido fácil, nadie nos ha echado una mano. Ha sido peleada, ahora mismo la oportunidad que está teniendo ha sido una oportunidad peleada pero con uñas y dientes. Entonces por eso comento que yo me siento frustrada frente a la sociedad, me siento en un mundo en el que me gustaría en muchas ocasiones aislarme, alejarme del resto de la sociedad, porque es duro ir a un parque y escuchar padres que digan ”con ese niño no juegues porque ese niño es muy bruto”. Es duro. Hay una parte de mí que lo entiende. En ningún momento yo … en ninguna situación, y me he visto en situaciones comprometidas delicadas, difíciles, tanto con el colegio como en la vida personal, con los médicos, y en ningún momento cuando hablo de que ha sido un camino duro, en ningún momento ha sido un camino de pelea, de enfrentamientos contra los demás. Yo soy consciente, plenamente consciente de quién es mi hijo y lo complicado que puede ser en más de una ocasión convivir: convivir en el colegio con él, convivir en un espacio de juegos con él. Nunca he peleado con nadie. No, no es mi… no es mi bandera ir peleando. Pero sí es mi bandera defenderlo. Cuando yo he tenido que enfrentarme en el colegio con sanciones “muy bien dígame dónde le firmo, mi hijo está expulsado: perfecto, yo sé que mi hijo hace cosas que no entran dentro de lo normal, es más, entiendo y reconozco que esto está mal, acepto que ustedes me digan "está expulsado tres días", acepto que ustedes me digan "pues está arrestado y no puede ir a una excursión"."