Rocío aún recuerda la presión familiar que sintió cuando todavía no había tenido a su hija.
Desgasta muchísimo psicológicamente si estás, regla, regla, regla, regla y todavía buscando embarazo, y regla, y regla, y regla, y regla, y regla, y regla ... y después tus amigos ... no sé qué, “no, tú no tienes, venga, para allí, para allí” como los lisiados, ¿no?, y tú dices “muchacho, pero si esto no, esto no, esto es una bobería, o sea, vamos a ver esto yo sé lo que tengo que hacer, o sea, no, no, yo ya tendré niños, entonces ya ... y si no tengo, no pasa nada”. O sea, no pasa nada, soy la misma, teniendo que no teniendo niña ... Pero bueno, y eso, la regla, el contexto social es que te influye todo mucho, lo que piense todo el mundo. Claro, la presión de familiares, de mi suegra “a ver cuándo le das un chiquillo, no quieres tener chiquillos, desde que te casaste no querías tener chiquillos, ...” Qué pesados, vamos a ver, ¿tú qué sabrás? Bueno, yo no quería pero yo no usaba protección, entonces, vale que no coincidíamos en la ovulación, pero vamos, que si quería venir, venía, pero como no iba a venir, pues no pasa nada. Y pues eso, tus padres también te piden niños, tus hermanos te piden niños, todo el mundo te pide niños y tú dices “dios mío y yo qué hago que no ...”. Es un lío. Es un lío.