Rocío cuenta que la etiqueta de infertilidad evidentemente no sienta bien, incluso se da cierta negación del diagnóstico hasta que se acepta, si se acepta. Además comenta que a veces lo difícil es aceptar que hay dificultades para el embarazo y no todo el mundo acude a averiguar lo que está pasando.
El diagnosticarte como pareja estéril pues fastidia un poquito, fastidia un poquito en el ego, porque bueno, porque tú eres una chica joven que, bueno que te comes el mundo y tienes muchas cosas por delante, y todo bien. Y a tu pareja también: un hombre, un macho, un tal y que le digan que sus espermatozoides no van pues la verdad es que tampoco está muy bien. Entonces como pareja estéril, pues … porque sí, porque siempre cuando, o sea, el problema de esterilidad es de dos, no es de uno solo.
Como mujer te sientes bastante inferior. Como hombre también, sí, como, sí. Afecta muchísimo a la relación de pareja, pero muchísimo, el sexo ya no se convierte en placer, se convierte en ese acto mecánico de introducir el semen por el cuello del útero para que llegue. Es un sin vivir, la verdad.
Ya con el diagnóstico te medio hundes, y tú dices, bueno, pues vamos para delante, claro. Vas para delante y es un camino, bueno son escalones, entonces un camino largo y un camino duro para llegar al final. Y el final no sabes si va a ser bueno o no va a ser bueno.
Yo creo que cerrar, quiero decir, ya tengo el diagnóstico, hay una causa, y no, y no meterte con esa causa, es igual que nada. Para eso no empieces el diagnóstico. Porque para eso te quedas tranquilito, porque incluso el diagnóstico es tiempo, es dinero, es pinchazos, es molestia, o sea, no. Para eso no. Es que todo empieza por eso, por la definición de esterilidad, por considerarte tú como pareja estéril. O sea, es muy difícil, es muy complicado, por eso de la intimidad, por eso de cómo voy a ser yo estéril por eso, por esos calificativos es muy complicado que la gente se abra porque, verdaderamente no, vamos que no. Si o sea, por eso mucha gente dice “no, no, no, yo no soy estéril”, sabes, produces ahí una negación de "yo no soy estéril, yo lo voy a seguir intentando", y te pasas toda tu vida intentándolo. Vale, mientras te aguante el cuerpo, mientras te aguante la cabeza, mientras te aguante todo, va bien … y si no te aguanta es un problema, claro porque psicológicamente tú dices “no, no, yo puedo, yo puedo, yo puedo". ¿Y si no puedes? ¿Qué haces? Es un lío, es un lío, sobre todo si verdaderamente no te consideras y no pones medios, no te consideras estéril y no pones medios, es un problema, un problema, porque puedes terminar sin la pareja, puedes terminar vamos cansada, te puedes cerrar a las otras opciones que también están ahí y es algo como muy bonito, ya que te metes, que quieres ser madre, algo muy bonito para decir “ya está, hasta aquí y me da miedo y y me cierro y ya está”.