Ante las dudas que pueda suscitar sentirse o no capaz de aceptar un niño/a extraño/a como tuyo Eduardo aclara que hay que tener presente cuál es el objetivo de la adopción: si es tener una familia da igual su origen.
“Yo siempre le he planteado lo mismo “entiende, entiende lo que es una familia, y después entiende la vía por donde la quieres obtener: la vía da igual, la familia es lo que tú tienes en tu casa, tus hijos y y tu familia cercana que es tu mujer y tú, sea uno, dos o tres hijos, de donde venga da igual porque al final tú haces el núcleo, y al final vas a jugar con sus juguetes, vas a tener sus experiencias, vas a tener sus enfados, con ellos, vas a crecer con ellos, vas a descrecer con ellos, te vas poner a jugar, …”. Yo no pensé nunca que yo con mi hija me pusiera sentado en el suelo a hacer un círculo de confianza, a ponerme a jugar con su muñeca, yo no creí nunca ponerme a jugar con una niña con muñeca y me pongo a jugar con ella, y con mi hijo me pongo a hablar, no lo pensé nunca. Me da igual de donde vengan, yo se lo digo “me da igual su origen, es su destino”. Entonces el origen da igual. Si puedes tenerlo biológico: inténtalo. Si lo puede ser por reproducción asistida: inténtalo. Si las dos vías no puedes: está la adopción.”