Sara propone algo diferente: reclama más sensibilidad hacia lo que considera un problema, no una enfermedad.
A mí la cosa que más coraje me da en el mundo que me digan es “pero hay cosas peores, podrías tener un cáncer”. Bueno, pero es que yo no tengo un cáncer, o sea que sí que entiendo, ¿qué pasa?, ¿que tengo que elegir entre ser infértil o tener un cáncer? Pues es que mira no quiero ninguna de las dos cosas. Pero es que de verdad no te puedes imaginar la cantidad de gente que te dice eso “no, bueno, eso no es un problema, un problema es una enfermedad”. Oye pues mira para mí este es el problema, probablemente si tuviera una enfermedad el problema sería la enfermedad, pero como gracias a Dios no la tengo este es el problema y para mí es el más grande del mundo. Y bueno pues que te acabas por sentir sola, sola en ese sentido.