Regina además de hablar de la muerte con su familia y los profesionales ha preparado las voluntades anticipadas y lo que ha pedido, sobre todo, es morir sin dolor.
“P: La única cosa que yo dije a la doctora de los paliativos yo he dicho “mira la única es que tienes que prometerme, que no, algún día tengo que sufrir dolor, dolor, dolor”, ella me dijo “no, (nombre participante), seguro que no”, si tú no quieres por ejemplo, o si tú estás de acuerdo, que hacemos por ejemplo cuando está muy fuerte como un sueño artificial, entonces no pasa nada.
E: ¿Y ha firmado algún papel o no, voluntades anticipadas?
P: Sí, sí, yo hice, yo hice también con el notario, también yo tengo un papel también en Alemania, ya tengo que firmar esto también en español, que no quiero nada de máquinas para la prolongación de vida, no quiero más, ¿cómo se dice en español?
E: ¿Soporte artificial?
P: Sí, eso y no quiero otros tratamientos quirúrgicos y todo eso, no quiero nada de eso, yo quiero morir en paz. Yo espero si es de un momento al otro, que pueda morir acompañada con mi familia, pero yo he dicho también muy claro, bueno yo no quiero que ellos, que mis hijos tienen que cuidarme aquí en mi casa, eso yo no quiero. Yo quiero, yo tengo la suerte que tengo también un seguro privado, entonces yo prefiero que venga alguien, por ejemplo para ayudarme si es necesario para lavarme, para ducharme o para prepararme algo, pero no quiero que eso lo tengan que hacer mis hijos, yo he dicho, y si viene el fin, entonces yo prefiero también de estar arriba en la clínica con este grupo, porque yo sé que se hace todo bien y estoy en buenas manos y ya está, pero miedo no tengo.
E: Muy bien.
P: Miedo no tengo.”