M.C.G Incluso ha querido preguntar por el tiempo que le queda de vida a su médico.
“Porque yo ya lo sé, es que no necesito que nadie me diga nada porque yo ya sé de lo que estoy operado y lo que hay y de lo que no hay. Lo que no sé cuánto voy a durar, eso sí que no lo sé y eso que se lo dije al médico, “digo esto, ¿cuánto, qué vida tengo?”, dice “ni yo lo sé, si lo supiera tampoco te lo podría decir ”, eso es mira….ay…. Pero yo hasta el médico llegué a preguntárselo, digo “qué…va a haber mucho…mucho, mucho margen aquí o poco”, dice “eso no te lo puedo decir –dice– porque ni yo lo sabría, si fuera a mí, si me ocurriera a mí tampoco lo sabría.”
E: ¿Y a usted sí le gustaría saberlo?
P: Sí, pero…no te dicen nada. Yo ya lo he preguntado, de bueno, de bueno no sé si es bueno o es malo, o, o, o lo que es, porque tampoco te lo han dicho, que es un tumor sí, pero es bueno o es malo, tampoco te lo han dicho.”
(…)
“E: ¿Y a usted le gustaría saber el tiempo que le queda por algo en concreto?
P: No por nada en concreto no, porque yo no tengo ninguna cosa que explicar ni que hacer, ni que nada, yo lo único pues mira, si lo que hay se lo tienen que repartir, pues como ya está el testamento hecho, a esta le he dado un poquito más de beneficios porque es la que más se cuida y la que más tiene que estar encima y la que tiene que estar más en todo, y te lleva como la palma de la mano y conviene venir a la hora que sea viene y todo pues, le he dado un poquitín más de cosas para beneficiarla un poquitín más que a los demás, lo demás ya está todo arreglado, cuando muera ya que se lo repartan y ya está. Está todo hecho y ya no hay nada más qué hacer y ya lo tengo todo arreglado.
E: Sí.
P: Sí, tengo testamento y esto y lo otro, de todas maneras ellos ni nunca me han preguntado nada de nada”