En el caso del tabaco esta es la asignatura pendiente de la gran mayoría. Muchos han dejado de fumar a la misma vez que beber alcohol porque son conscientes de sus inconvenientes, no sin confesar que “es muy complicado dejarlo” y recurriendo incluso a sus médicos para pedir ayuda y usando pastillas o simplemente reduciendo el número de cigarrillos fumados al día. La dificultad de renunciar a una de las dos cosas más que a la otra depende de cada persona. Emilia lo ha intentado de diferentes formas y así lo explica.
A mí los médicos me lo han dicho siempre, mi ATS, el DUE y los otros y sí… De negar información o negar de eso nada y además exagerando muchísimo, yo les digo que exageran muchísimo, “(nombre de participante), “(nombre de participante) la tensión, “(nombre de participante) no fumes”, digo “hijas ya, me quitáis el… la cerveza, me quitáis el café, me quitáis las grasas, me quitáis la sal, me quitáis el tabaco y lo otro también, pues ya hija, pues qué hacemos ya” ¿Qué hacemos en esta vida? Claro
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cuando empezó a salir la ley del tabaco mi marido dejó de fumar, yo no era capaz y fui a la médica, la mujer se portó muy bien, me mandó unas pastillas para relajarme, porque yo era que me ponía….en cuanto no tenía tabaco, lo que te digo, ahora sé que tengo tabaco y bien, pero al saber que no tenía tabaco y…y digo “madre mía”, y me mandó unas pastillas para que me tranquilizara, pero chica, como yo no había tomado aquello, no lo sé, me hizo un efecto aquello, que chica, medio a rastras eh…medio a rastras, o no lo sé, o es que era demasiado dosis para mí o…o no lo sé, la cosa hija mía, que digo anda y cómprame un paquete de tabaco y sea lo que Dios quiera, chica, que la vida hay que llevarla y hay que seguir así, si vivo diez años, por lo menos que viva diez años feliz y a gusto, que no veinte atiborrada de pastillas y….y sin enterarme de nada y ya está