Vídeo ÚLTIMOS MOMENTOS PALIATIVOS – CUID 10

Vinita es partidaria de hablar abiertamente sobre el tema con sus hijos y así lo explica.

Y aprendí, aprendí muchas cosas, seguro que hice muchas cosas mal, pero aprendí a hacer algunas ¿no?, que algunas creo que sí las pude haber hecho bien. Y enseñé a mis hijos a cambiar las prioridades en la vida, a que cuando alguien tiene un problema de salud en la familia eso debe ser prioritario. Entonces por ejemplo con mi hija me pasaba, “mamá me llevas a tal sitio” y yo “no hija, no puedo porque tengo que ir al hospital” y le intentaba explicar “a ver, piensa, qué es más importante, ¿ ir tú a un cumpleaños o que yo vaya a llevarle la cena a tu tío que está malo?”, y ella enseguida se daba cuenta y sabía que lo otro era mucho más importante. Yo creo que eso ha influido en la madurez también que han tenido los niños. Vivir, desgraciadamente vivir malas situaciones te hacen madurar muchas veces ¿no?, antes de tiempo. Y…y lo que aproveché un poco fue a enseñarles también la muerte, hablar de la muerte, a ver que, oye que es que no, que esto va a llegar, que nos puede llegar a cualquiera en cualquier momento y que ellos puedan hablar de ello, y que tengamos que aprender a asumirlo como parte de la vida, que es lo único que hay seguro en esta vida: que te vas a morir. En todo lo demás, no sabemos nada…

...

P: Intenté enseñar a mis hijos, sobre el cuidado, sobre priorizar, sobre vivir las experiencias, vinieron al velatorio, vinieron al tanatorio, vinieron a la incineración. Mi hija tenía cinco años.

E: ¿También?

P: Mi hija. Claro, los niños, yo pienso que son mucho más capaces de lo que creemos, de lo que nosotros creemos que son capaces.

E: Los tenemos protegidos.

P: Sí. Y de hecho yo decía “todo este año mis hijos han visto todo el proceso, todo el dolor, me han ido…, me han acompañado a pincharle a mi hermano el opiáceo, me han visto…” Han visto todo: han visto a mi hermano sin pelo, han visto…todo ese proceso, me han visto llorar, porque yo intentaba contenerme pero habían momentos que aunque lloraba en el coche pero subía a casa, no lloraba, pero ya en tu cara se veía, ¿no? Estaba desencajada. Entonces yo decía “los niños también necesitan cerrar el proceso”, entonces, de hecho al tanatorio, fue por la noche, hicimos el velatorio, además nosotros el velatorio no lo dejamos solo, o sea, es muy, mi cultura es muy normal acompañar a la persona todo, todo el tiempo que haga falta, ¿vale? Entonces nada, allí estuvimos, esa noche los niños la pasaron con mi, con mis suegros, sin decirles nada, sí que les dijimos, les dije que les dijeran, mi hermano ya había fallecido, yo les dije que les dijeran a los niños que estaba muy grave, que estaba muy, muy malito, y que yo me tenía que quedar allí, entonces … porque yo quería decírselo a mis hijos, no que se los dijera otra persona porque yo no sabía cómo se lo iban a decir, y yo quería mi manera de decir las cosas. Entonces luego me lo…por la mañana los vine a buscar a mi casa, los trajo mi marido y…y entonces yo aproveché que mi hija hacía como un año le tenía mucho cariño al perro de una amiga y el perro murió también de un tumor, de un cáncer y tal, y lo estaba pasando muy mal al final y entonces mi hija para yo explicarle que el perro había…o sea que lo mejor que le podía pasar al perro era morirse porque lo estaba pasando muy mal. Aproveché que aquello había pasado hacía como un año y pico o así, y mi hija yo sabía que lo tenía en la memoria, y le dije “¿Nadisha, te acuerdas lo que le pasó a Blaky?”, que es el perro, ya mi hermano, mi hijo me escuchó esa frase y se echó a llorar, porque mi hijo ya sabía lo siguiente que yo iba a decir, pero mi hija se quedó un poco como… “ah sí mamá, sí me acuerdo”, entonces le dije “bueno, pues eso mismo le ha pasado a tu tío: estaba sufriendo muchísimo y ahora mismo lo mejor que le podía pasar era que se fuera y que hay que dejarlo ir”. Mi hijo empezó a llorar, la verdad que el pobre en aquel momento lo pasó fatal, mi hija con mucha serenidad lo entendió de esa manera y yo les dije que si querían ir conmigo a despedirse y…y bien. O sea, en el…recuerdo que allí todo el mundo me decía “¿pero cómo vas a traer a los niños aquí?”, o sea cómo se te ocurre, ¿no?, poco menos que…. pero a mí me parecía lo más natural y lo más normal del mundo. Yo les decía “mira ellos van a venir, si luego yo veo que aquí están muy a disgusto se van con una amiga mía que se los lleva y se acabó, pero si están aquí bien, yo quiero que entiendan este proceso y tengan la oportunidad de cerrar el proceso”. Y yo creo que fue lo mejor que pude hacer, porque primero, los niños nos ayudaron a nosotros, ayudaron a mi madre, cogerle la mano, abrazarla, acompañarla, mi hija hizo un dibujo para mi hermano de despedida, fuimos incluso dentro, nosotros tenemos costumbre de que incineramos pero te tienes que poner las mejores galas, vale, entonces mi madre había mandado a buscar a casa ropa nueva de mi hermano, lo pusimos guapísimo y…la camisa tenía un bolsillo, entonces mi hija hizo un dibujo, fuimos dentro, ella lo dobló, se lo metió ella en el bolsillo, al lado del corazón y le dije, bueno, pues que esto era su manera de despedirse. A mí me pareció todo aquello tan bonito, poder hacerlo, ¿sabes?, y tan…además es que lo llevaron súper bien, lo llevaron … A mí me asombró, bueno ahí asombraron a todos, o sea, todo el mundo era como “bueno y esto”, con una serenidad, pero sabes qué creo que es muy importante: cómo lo vean. Si a tí te ven histérica

E: Cómo se lo enfoques.

P: Claro si a tí te ven llorando histérica, ellos van a reaccionar de esa manera también, o sea, ven todo el drama y tal. Si a tí te ven serena…

E: Con tranquilidad.

P: … puedes transmitirles esa serenidad y yo creo que eso es lo que hay que hacer, porque es que la muerte es así, es algo de lo que no te puedes escapar y que hay que vivirlo con serenidad. El dolor, el sufrimiento, … eso no te lo quita nadie, y que luego tardes no sé ni cuánto tiempo en remontar aquello, por supuesto, pero que hay que vivir esos momentos con serenidad, y hay que transmitirlo, y hay que enseñárselo a los niños cuando tienes la oportunidad, no, no digo que vaya, que sea una asignatura en el colegio, pero si pasan cosas creo que hay que aprovechar para enseñárselo.

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