Algunos confiesan que ver a su familiar en el ataúd con buen aspecto les ayudó a vivirlo mejor. Así explica sus experiencias Victoria
Cuando se murió tampoco lloramos tanto, es que hemos llorado tanto antes que ya, es que, es que es una liberación, en el fondo, es una liberación, cuando la ves como estaba tan delgadita, que no podía con su alma, y ella ya decía “yo ya tengo ganas de morirme”, y eso antes no lo había dicho. Eso en su momento no lo decía, sin embargo luego pues ya tenía ganas de morirse, pues ha llegado tu momento y tú lo tienes aceptado, ya ella lo había aceptado y nosotras lo habíamos aceptado. Entonces yo creo que eso hay que aceptarlo porque no te dan a elegir, o sea que no puedes no aceptarlo, tienes que aceptarlo. Y nosotros pues a la larga, como fue un proceso lento.