El marido de J. le ha regalado todos los años el Día de la Madre porque confiaba en que llegaría a serlo.
E: Siempre conservó la ilusión y de hecho el caballero aquí le regalaba, me decía, siempre ...
M: Sí.
E: … por el Día de La Madre.
M: Siempre, siempre, él siempre y no entendía por qué yo le decía que no, porque yo eso lo veía irreal. “¿Cómo me vas a regalar sin ser mamá?” / “Porque sí, algún día lo vamos a ser, algún día lo vamos a ser”. Mira, después de veintisiete años, si lo vamos a ser, claro que sí.
E: ¿Y qué le regalaba en concreto, si puede saberse?
M: Pues no sé, pues un perfume, una rosa.
E: Vale.
M: Sabes cosas así como muy ...
E: La cuestión era tener el detalle, fuera lo que fuera, o sea, era un objeto el regalo ...
M: Sí.
E: ... “normal” entre comillas pero con la significación de que era el Día de la Madre.
M: Sí, sí, sí.
E: Vale.
M: Sí, porque él siempre la verdad, es que a mí siempre me sorprendió eso. Yo no lo entendía porque si es algo que no es real pues, pero no, fue. Lo que se fomenta la verdad es que sí llegas, llegas a eso. ¿No (nombre del marido)? Que siempre me regalabas por el Día de La Madre y yo te decía “pero por qué si no soy mamá”, y tú siempre ...
H: “Algún día lo serás”.
M: “Ya lo serás”, tú siempre, yo no.
H: Tú no. No tienes mucha fe.
M: No tengo mucha fe, es que no ... fe sí tenía lo que pasa que, claro, al final iba un poco obligada le quedaría algo porque me daba cosa pero no, no lo veía yo normal, pero …