Para Pedro el centro de cuidados paliativos en el que estaba ingresada su madre era algo triste debido a que se tenía que convivir con la muerte de otros pacientes, sin embargo, al mismo tiempo valora que era de ayuda hablar con otros familiares que estaban en las mismas circunstancias.
Es un sitio que está muy bien pero a la vez es, es triste en el sentido de que… la gente con la que yo convivo ahí más o menos pues cuando sales al hall pues ves lágrimas porque, claro, entonces, tú ves al otro de al lado llorando y eso y tal, pues como que eso también te afecta, y dices “bueno a este pues le ha llegado su momento, pues el mío a lo mejor va a ser mañana o pasado”, o lo que sea y vamos … Es muy duro, o sea, vamos vivir el día a día en un hospital así de cuidados.
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Tenemos una especie, una sala de estar y comedor y ahí eso y tal y nos juntamos muchas veces coincidimos ahí para comer y eso y nos contamos nuestras experiencias, ¿no?
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Es gratificante ahí compartir con otras personas que de alguna manera, cada uno con un diagnóstico diferente pero que más o menos vivís lo mismo porque la finalidad, porque es un sitio en que la finalidad es la misma, para, para todos, ¿no?