A diferencia de estos casos hay personas que asumen el significado de la hipertensión arterial y sus consecuencias. Bien porque es su tendencia a afrontar los problemas de salud u obligados por las circunstancias que se les presentan hay participantes que tienen muy presente la hipertensión arterial en su estado de salud. Esta actitud puede implicar tanto que consideran que así la llevan mejor como incluso que la temen. En ocasiones ésta se traduce en “aceptación”. Así cuenta cómo lo vive Ana.
No, nunca me he puesto, o sea, era… sí es más cómodo aceptar, bueno pues…pues soy hipertensa y soy hipertensa y ya está. Me preocupaban mucho más los previos, lo que se disparaba de fantasía catastrófica. O sea, era una vez aceptado el tratamiento, de que aquello de que era hipertensa y que tenía que asumirlo, no me provocó más complicación, era mucho más el previo y más lo que yo no podía controlar como fantasía. “A ver esto qué va a pasar, qué se me puede venir encima”. Ya cuando lo afronto, la verdad que… no me complica.