El proceso de duelo se define de varias formas (Ver Guía SECPAL y Guía de Práctica Clínica sobre Cuidados Paliativos) y conectar con este enlace: http://www.secpal.com/guiacp/index.php?acc=dieciseis y con Guía de Práctica Clínica sobre Cuidados Paliativos enlace: http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_428_Paliativos_Osteba_compl.pdf
El duelo no es una enfermedad sino un proceso durante el que se vive un estrés importante por la pérdida de un ser querido.
En este estudio algunos de los participantes están viviendo o han vivido ya la etapa de duelo, y otros están viviendo una situación de final de la vida que les hace reflexionar sobre lo que piensan que puede pasar cuando su familiar haya fallecido. De hecho algunos participantes dicen que el duelo lo iniciaron mucho antes de la muerte de su familiar, ya que era algo que se podía predecir (esto se denomina duelo anticipado). En otros casos prefieren no planteárselo siquiera.
José se despedía de su madre todos los días.
Amaia prefiere NO pensar sobre lo que ocurrirá después del fallecimiento de su padre.
Pensar en el duelo o vivirlo genera diferentes reacciones dependiendo de cada persona y de cómo vive la situación de enfermedad de su ser querido. Algunos prefieren hablar de ello y otros prefieren vivirlo en sí mismos. Para los que han aceptado la situación se puede vivir como una liberación, ya que a veces ver el sufrimiento de la persona a la que quieres es más doloroso que su pérdida. Evidentemente piensan que echarán de menos a su familiar.
Dolores piensa que la forma de reaccionar ante la pérdida de su madre será diferente de la de su hermana.
Victoria explica cómo la muerte realmente no fue un problema sino una liberación del sufrimiento.
Algunas personas entrevistadas hacen referencia al miedo a la soledad o al miedo al vacío. Lo definen como la pérdida de la persona que ha compartido su vida o parte de su vida, incluso como la pérdida de parte de uno mismo. A veces, la pérdida del familiar hace que sea más difícil esa fase del duelo que incluso el tiempo en el que se le cuidaba.
Antonio cuida de su esposa y uno de sus miedos es la soledad. Lo explica con estas palabras.
Consideran que la mejor forma de sobrellevarlo es quedándose satisfechos por lo que han hecho, teniendo la conciencia tranquila. La religión puede ser de ayuda para algunas personas pero no para todas. Así lo explica José.
El duelo evoluciona en fases y hay que reorganizarse porque se produce un cambio importante. Algunos participantes hablan de sensación de vulnerabilidad o de sentirse “descolgado”.
Kima explica de forma muy profunda cómo fue la evolución de su duelo tras el fallecimiento de su padre años antes de que enfermara su madre.
Otro de los puntos en el que muchos entrevistados coinciden es en que el apoyo de los profesionales debe continuar durante esta etapa de duelo. De hecho algunos de los participantes agradecen el apoyo que han recibido de los profesionales de cuidados paliativos tanto en el momento agudo (funeral) como a lo largo del proceso de adaptación a la pérdida. El apoyo de la familia y amigos también se valora.
Griselda agradece el apoyo recibido en el manejo de la situación con su hijo tras el fallecimiento de su abuelo.
Algunos participantes explican que después de la muerte de su familiar han tenido sensaciones como verlo en sueños, o verlo en la calle, sobre todo en los primeros momentos de la pérdida. Son críticos con estas sensaciones, es decir, que no se trata de “fantasmas” sino de flashes de momentos vividos.
Una de las participantes que ha vivido la pérdida de un hijo pequeño, lo visualiza como una estrella en el cielo. Así lo explica Sonia.
Hay momentos especiales como las navidades o el aniversario de la muerte de la persona querida que genera diferentes sentimientos. Sin embargo, los participantes intentan verlo en positivo. Vinita explica cómo consigue sobrellevar el día del aniversario de la muerte de su hermano.