Toni, por su parte, nos acerca a la dificultad que supone, aunque su medicación para la hipertensión no la considere cara, para aquellas personas con bajos recursos llegar a fin de mes y costearse los medicamentos. Él, además, debe sumar a ésta la insulina.
No, sí pago. Pago el veinte por ciento. Es lo único, lo único, es lo único, eso sí es verdad, lo único que a veces me preocupa, me preocupa no, me pongo un poco, no que sea triste sino que, que a veces no, a veces no llego al mes, cobro cuatrocientos veintiséis euros y lo de la medicina que estoy tomando es cara y lo único eso, nada más. Hay meses que llego, que llego justito a, con los cuatrocientos veintiséis euros. Claro, justito… justito, y entonces... Meses, otros no, pero vamos. Pero es que, cuando la única vez que me pongo medio tal, porque sé que no tengo, esto de decir que me voy a un sitio para poder tomarme una (nombre de marca de refresco) o algo. Pero vamos no, lo único nada más.”
(...)
“Porque la medicina me sale a mí al mes ciento cincuenta, ciento sesenta, entonces claro. Y la habitación en donde estoy pago ciento setenta y cinco euros. Entonces lo justo. Lo mínimo, vamos. Que si no pagara, si no pagara la medicina pues me daba, me daba y me sobraba. Pero claro, no…