Mercedes no se olvida de las palabras con las que se dirigieron a ella cuando le advirtieron que probablemente sería de por vida debido a que tenía predisposición genética a padecer la tensión alta y que por eso tenía que empezar con tratamiento con medicamentos desde el principio.
Entonces me dijeron bueno pues `sabes que tendrás que tener un tratamiento, que hay que empezar ya y que… -y eso se me quedó muy grabado que me dijeron- y seguramente jamás lo podrás abandonar.
(...)
Si te refieres tanto cómo explicaron eso pues `si usted sigue así, pues podrá tener un accidente cardiovascular o un accidente a nivel cerebral o cualquier cosa´, eso era evidente. O sea, el médico, no, es que era un médico español, nos conocíamos y él sabía que yo teniendo esos antecedentes sabía los problemas entonces entró como muy rápidamente en el tratamiento.